¿Cómo se ve criar a Amelia sin mi familia? Es una realidad solitaria, incluso con el mejor esposo del mundo.
Aquí en Estocolmo, mi día a día gira completamente alrededor de Amelia. Amo a mi hija con todo mi corazón, pero, seamos honestos, ser la capitana principal de este barco llamado crianza es agotador. Sí, Benjamin es un esposo increíble, súper presente y se encarga del 50% de las tareas de la casa. Pero, siendo realistas, la demanda emocional y física del bebé—los llantos, el consuelo, la comida—caen como un 99% en mí. "
Maternidad en Equipo vs. Maternidad en Solitario
"Es aquí donde noto la gran diferencia. Cuando nació Aiden, la cosa era otra historia. Tenía todo un escuadrón de apoyo: mi mamá, mis hermanas, la abuela paterna de Aiden. Ellas cocinaban, me regalaban horas de sueño. La maternidad en ese entonces se sentía como una fiesta familiar.
Ahora, siendo mamá en Suecia, sin esa red familiar cerquita, la maternidad se siente como una especie de modo supervivencia. Esto somos: Benjamin, Aiden y yo, y la mayor parte del tiempo, soy yo quien lleva la batuta con Amelia. Si no estoy, todo simplemente se detiene. El cansancio no es tan solo físico; es esta sensación de que todo está siempre bajo mi responsabilidad."
El Vestido de Fiesta y la Realidad de la Teta
Este mes tengo un reto enorme: la cena de Navidad de la empresa de Benjamin. Me pedí un vestido en internet, pero me quedó gigante. Quise ahorrarme tiempo y ahora me toca ir al mall porque no hay chance de devolverlo y que me llegue la talla correcta antes de la cena. Además, tengo que arreglarme las uñas y armar el look ideal. Todo esto mientras me preparo para un evento al que, siendo sincera, tal vez ni siquiera pueda ir.
¿Por qué? La demanda nocturna. Amelia está en esa etapa donde la teta no es solo comida, es su todo: su calma, su consuelo y su manera de volver a dormir. Solo pensar en dejarla con su tía y que despierte llorando mientras yo no estoy para calmarla, me pone de los nervios. Siento una mezcla de ansiedad que me apaga cualquier emoción navideña. Es como una pelea interna entre las ganas de ser Alexey por una noche y mi papel de mamá.
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